A mi también me pesan los mediodías, las madrugadas y ya no tener la luz de tu mirada.
Me pesa saber que mi amor para ti, siempre fue esa camisa de fuerza que te asfixiaba.
Que peleabas siempre por tener la razón, en vez de mostrarme mi error con el corazón o que nunca intentaste cerrar los ojos ante mi equivocación.
Yo también llene ceniceros, con pedazos de mi alma, y me fume cada momento que extrañaba mi corazón a diario.
Yo también te buscaba en los rostros de los enamorados que veía en la calle, pensando que tu y yo, hace lunas ya no soy de tu boca pronunciable
Las letras de mi alma 